ADIOS, QUERIDO AMIGO
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- Categoría: Actualidad
- Publicado: Sábado, 24 Febrero 2018 15:33
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ADIOS, QUERIDO AMIGO
EN RECUERDO DE JUAN RODRÍGUEZ RUÍZ
Hoy es un día triste para esta web, y especialmente para mí, Juan Rodríguez Ruiz falleció este lunes a la edad de 86 años víctima de un infarto. Gran amigo y compañero en las viejas tareas de Televisión Española donde en experiencias conjuntas o paralelas compartimos muchas cosas; nuestra amistad ha permanecido hermanada durante más de 50 años.
Periodista, escritor, viajero incansable, filósofo de título y vocación y, sobretodo, amante de la vida y de todo cuanto signifique nuevos saberes, nos dijo adiós en un momento en que iniciaba un nuevo viaje su gran pasión sobre todo y por encima de todo. A punto de tomar el AVE en la Estación de Atocha le debieron proponer una misión de mayor altura, posiblemente un proyecto definitivo recopilatorio, y él, que era amigo de los grandes retos, no pudo resistirse a semejante aventura por muy arriesgada y enigmática que fuera y, sin pensárselo dos veces, cambió el rumbo a ese desconocido infinito todavía sin explorar, suponemos.
A sus amigos, compañeros de tertulia, mesa y mantel, de trabajo y aficiones, nos queda el recuerdo de su generosidad, sabiduría, amistad cariño, y los ratos tan agradables compartidos.
Juan Rodríguez ha ocupado en Televisión Española casi todos los puestos del escalafón. Procedente de Europa Press y Nuevo Diario dónde fue su primer redactor jefe, se incorporó a los Telediarios de TVE con el mismo cargo. Impulsor y director de Centros Territoriales, ocupó la Jefatura de Prensa, subdirector y, posteriormente, director de los Servicios Informativos y, más tarde, director de la segunda cadena. Televisión española, en esta época prehistórica, independientemente del equipamiento técnico escaso y precario de este período -la televisión se inventaba cada día-, asistía al reto de intentar superar con gran esfuerzo económico cubrir la emisión por todo el territorio nacional.
Coincidió también que el año 1970 se iniciaba una década principal en la historia de España, inequívocamente marcada por el irreversible proceso de desmantelamiento de la dictadura. A ello se unía la transformación experimentada en la naturaleza de la sociedad española, por los cambios económicos y de mentalidad que se venía anunciando desde el principio de la década anterior y el papel que estaba jugando la televisión en el conjunto del proceso político: era la principal (si no la única) forma de información y conocimiento de millones de españoles.
Testigo de la evolución que, en transformación sucesiva, sorprendiendo todo lo imaginable: la pequeña pantalla resultó ser una ventana abierta a la modernización de las costumbres en la vida cotidiana, y un medio de gran influencia en la forma de pensar y decidir, una etapa donde se circunscribe el fenómeno televisivo por su novedosa aparición hasta convertirse en el medio de comunicación más poderoso que haya existido, posiblemente, hoy solo superado por Internet.
Más allá de la polémica de cómo era la televisión de entonces y de cómo pudieran ser tratadas las noticias, el mismo Juan Rodríguez nos recuerda en uno de sus libros referencias fundamentales, para hacer patente la inmediatez con que algunas noticias condicionaban el desenvolvimiento diario:
(-) Pero he aquí que en España amaneció el 23 de diciembre con vocación histórica. el año ya nos había dado noticias como el “Oscar” para Buñuel; el triunfo del Tour para Luis Ocaña; el derrocamiento de Allende de la presidenta Chilena; la desaparición del 600 de la fábrica Seat; la guerra del Yom-Kippur; la incoación del proceso social más importante de los últimos años: la llegada de Cruyff... pera la víspera de nochebuena no traía solo zambombas y villancicos: una mina bajo la calle Claudio Coello, detrás de la casa profesa de los jesuitas, fue hecha explotar por ETA y levantó encima de los edificios el coche blindado del Presidente del Gobierno, Luis Carrero Blanco. Lo que significó, no que aumentara la lista de muertos ilustres de ese año con hombres geniales como Picasso, Manolo Caracol, o Nino Bravo sino que entrara España en uno de sus períodos de convulsión más serios de la última década.
Juan Rodríguez, dedicó más de treinta años de su vida a este proyecto, compartido con verdadero entusiasmo por miles de compañeros contagiados con su contante evolución y perfeccionamiento, y sorprende, por tanto, que Televisión Española sea tan insensible como para no haber dedicado un minuto a su recuerdo, práctica habitual, por cierto, que contrasta con la abundante presencia de “noticias” de dudoso gusto y patética oportunidad, en horarios prime time. El cine, su hermano mayor, aprovecha los Premios Goya para, una vez a año, dedicar un sentido homenaje a todos y cada uno de sus integrantes, sea cual fuere la importancia y especialidad de su participación. Y más en una época histórica en la que su escasa platilla se multiplicaba en el esfuerzo de “inventar” la televisión que disfrutamos hoy, sin olvidar que gracias a estos pioneros, que por conveniencias políticas fueron obligados a emigrar a otros territorios profesionales, la televisión privada de hoy compite en terminas de igualdad con la pública cuyos directivos sacan pecho cuando su cuota de pantalla les permite llegar a dos millones de tele-espectadores. Convine recordar que en esta época en que TVE era la única –además de la mejor-, rebasar los 18 o 20 millones de audiencia era lo más frecuente.
Pero es obvio. En este escenario de vertiginoso desarrollo, creo, no hay tempo de entender la historia que contemplamos los protagonistas de estos tiempos pretéritos. Aquellos fueron tiempos en que las incertidumbres se aprovechaban de las situaciones, ahora es la política manejada por los oportunistas. Pero tiempo habrá para reflexionar sobre estos temas. Ahora estamos en lo que estamos: recordando a Juan Rodríguez Ruíz.
Fue el mejor amigo de sus amigos. Se nos fue lleno de proyectos, en su eterna juventud. Por eso, para los que disfrutábamos de su favor, nada será igual. Descansa en paz, querido amigo.
Elblogdepacobanegas 24 de febrero 2018