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20 D, el voto del desconcierto

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      Se veía venir. El desconcierto y desorientación del electorado, desencantado y desmotivado por la frivolidad con que los partidos políticos de izquierdas y derechas –tanto da- se han venido comportando sucesivamente, ha llegado a colmar el vaso de la paciencia  y ahí tenemos el resultado, un panorama político de ingobernabilidad que puede desembocar en una situación de imprevisibles consecuencias.

Empieza ahora una negociación   que va a necesitar una actitud  muy responsable y obliga a pensar más en  España que en los intereses de los partidos.  

     En la debilidad de sus 123 escaños el PP intenta formar gobierno. Una investidura que promete ser muy dura y compleja. Cualquier pronóstico aparece enrevesado y diabólico, tanto para el PP triunfador –pese al varapalo sufrido- con pérdida de 63 escaños, como el PSOE –en el peor resultado de su historia- con solo 90 escaños que le van a convertir en rehén de otros partidos y cómplice de experimentos peligrosos e irresponsables alimentados por las ansias de poder de su Secretario General que ha superado, con creces, a Zapatero, que ya es superar. 

      El PSOE tiene que elegir entre ceder a sus fantasmas con el Partido Popular o el radicalismo que supondría una actitud suicida.  Ante la tozudez, desoyendo las voces discrepantes de sus barones que podrían plantear el liderazgo de Susana Díaz que, si Pedro Sánchez fracasa, será la única alternativa. O llegar a la irresponsabilidad de la formación de un gobierno de extrema izquierda populista con capacidad para condicionar el futuro político de nuestro país, con propuestas tan esperpénticas y peligrosas que supondrían un grave peligro para el desarrollo económico, el paro y la unidad de España, por no entrar en el derrotismo más que posible  de situarnos en una imitación de Grecia o el más que probable símil  con Venezuela.  

        Aquí, entre todos la mataron y ella sola se murió.  En España  la anormalidad se ha impuesto a la normalidad, tanto es así que una buena parte de la izquierda está dispuesta a aliarse con los extremistas con tal de impedir que el partido ganador no logre gobernar, que supondría la coalición de izquierdas incluido los separatistas, pero ¿a qué precio?  

             El  PP, es el único de los partidos concurrentes  con experiencia de gobierno y conocedor con cierto éxito de la situación, cuenta con el apoyo del conjunto de la Unión Europea y es la mejor opción  posible en estos momentos, a pesar de que  ha quedado disminuido de poder; después de tenerlo todo y no usarlo nada más que en aras de intrigas particulares y asuntos propios, y haber cosechado un resultado demoledor que no le va a permitir gobernar en condiciones normales. Ahora es cuando se van a dar cuenta de su error al no haber acometido las reformas que son imprescindibles: han  defraudado a su electorado con decisiones incomprensible. Podemos –partido de extrema izquierda populista- es fruto de las ausencias, soberbias e indolencias del PP, del sistema que ellos han alimentado y cuyas consecuencias van a ser los primeros en lamentar. 

             El PP asume el reto de formar gobierno con una mayoría insuficiente y el 30 por 100 de respaldo electoral, y aunque Ciudadanos ha expresado públicamente su intención de abstenerse, no consiguen mayoría suficiente. Es necesario un compromiso con la estabilidad de España que demuestre sentido de estado que evidentemente no tiene Pedro Sánchez que, repito, ha mostrado su intención de formar gobierno con Podemos, y otros partidos de extrema izquierda, separatistas o antisistema, para completar la mayoría suficiente. Un esperpéntico galimatías de imposible compatibilidad. Espero que la sensatez se imponga y los políticos que tienen en sus manos el facilitar la gobernabilidad de España, según el resultado de las urnas, actúen con la sensatez necesaria y altura de miras 

        Hace falta un gobierno fuerte que mantenga España en la senda de la recuperación. Se abre una nueva etapa que exigirá cambios radicales de gestión, incluido el sistema electoral.  

Elblogdepacobanegas  22 de diciembre 2015 

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