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NOCHE DE ESTRENO, NOCHE TRIUNFAL

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NOCHE DE ESTRENO, NOCHE TRIUNFAL

"La doble Historia del doctor Valmy" de Buero Vallejo

Fue una noche verdaderamente memorable. El estreno de “La doble historia del doctor Valmy”, de Antonio Buero Vallejo, en el Teatro Jacinto Benavente, de Madrid, el 29 de enero de 1976, quedará en la historia del teatro español como uno de esos acontecimientos que subliman el recuerdo. Que hacen que uno se sienta orgulloso de haber formado parte de un equipo que ha sido capaz de producir el milagro de la participación colectiva, de alentar sentimientos tan profundos, despertar conciencias dormidas y, sobre todo, de haber estado allí disfrutando de esa ceremonia. Porque ceremonia era ver al público entregado, enardecido, contagiado, gritando y aplaudiendo con entusiasmo y con fervor. ¡Gracias, Buero, por este regalo!, decía alguien desde la platea. ¡Bravo, genial!, se oía entre aplausos atronadores. Varias veces tuvo que subir el telón y repetidas las veces que tuvieron que saludar los actores, autor y director, ante un público entregado que parecía no querer dar fin a una noche tan hermosa.


La prensa se encargó de hacer el resto en días sucesivos. Grandes titulares, espacios insólitos dedicados a críticas y comentarios, todos ellos elogiosos y favorables: “Magnífica noche de teatro, magnífica noche moral” titulaba a doble página la revista Blanco y Negro (7-2-1976).


Honesta, sincera, a ratos estremecedora, excelentemente construida en su estructura dramática, “La doble historia del doctor Valmy”, entra ya, por derecho propio, en las mejores antologías del teatro español contemporáneo. Pedro Altares (Nuevo Diario 31-1-1976).


No hay que extrañar que la representación del estreno fuera seguida con enorme interés y sancionada con el aplauso en todo momento y sazón, aplauso que se hizo estruendoso al final de la obra. Antonio Valencia (Hoja del lunes 2-2-1976).


Hay que agradecer a González Vergel, director que puso al servicio de la exactitud en los caracteres y la precisión en los movimientos, toda su sabiduría, que en un texto que no le ofrecía fáciles ocasiones de lucimiento saltase lleno de vida y de verdad. Adolfo Prego (ABC 31-1-1976).)


El éxito de “La doble historia del doctor Valmy” fue rotundo. Contribuyó a él -Buero lo reconoció en sus palabras- la espléndida dirección de Alberto González Vergel. No descuidó un detalle, ni un matiz. Imprimió un ritmo de naturalidad a los actores vivo y comunicante. Si fuera preciso a estas alturas confirmar su talento de conductor escénico, este montaje bastaría para ello… La interpretación se desarrolló plena de verdad. Julio Núñez no parecía un actor, sino el propio atormentado concebido por Buero Vallejo, colocado descarnadamente entre nosotros. Marisa de Leza fue un prodigio de sensibilidad. Admirable y segura como actriz. De Carmen Carbonell todo elogio resultaría poco en la difícil incorporación de la abuela, personaje tan humano como extraño. Merecen elogio por su justeza, Andrés Mejuto, Carlos Oller, Ana Marzoa, Carmen Guardón, José Albiach, María Abelenda, Guillermo Carmona, José Álvarez, Primitivo Rojas y Santiago Herranz. En resumen: un éxito incontestable. Julio Trenas (Arriba 31-1-1976)

 
   

La doble historia del doctor Valmy” de Antonio Buero Vallejo en el Benavente.

 

El público acudía en masa: colas en taquilla y cartel de no hay localidadesera la tónica. Y así llegamos en olor de multitud a las cien, doscientas, seiscientas, mil representaciones que suponían un éxito rotundo. En vista de que las perspectivas auguraban la posibilidad de varias temporadas en cartel y ante la difusión que este éxito tan rotundo supuso en los medios de comunicación de toda España, se pensó en la posibilidad de una segunda compañía con idénticas características de montaje de obra y un reparto similar, que ofreciera una calidad parecida en cuanto a su puesta en escena y dramatización, para recorrer la geografía nacional en la seguridad de que él éxito nos acompañaría como realmente ocurrió. Dos compañías -una fija en Madrid y otra itinerante-, con todo el artificio que esto acarrea, unos repartos numerosos, además del personal técnico y auxiliar necesario; suponía un riesgo económico que solo el triunfo en Madrid y las expectativas creadas por el carácter de suceso que los medios de comunicación imprimieron, justificaba esta locura escénica que afortunadamente fue gratificante y remunerativa. Una cosa es esperar a agotar en Madrid, capitalizar el mismo coste –decorados, montaje y reparto- en gira por provincias, y otra muy distinta duplicar el gasto y, por tanto, el riesgo con dos compañías idénticas. Porque hay que insistir en que la segunda compañía no tenía nada que desmerecer, no solo en equipamiento técnico -realmente espectacular-, sino en el artístico con un reparto que reunía lo mejor disponible en ese momento en cada papel: Lola Cardona, Francisco Piquer, Maruchi Fresno, Ángel Terrón, José Albiach… y así hasta catorce actores para completar el reparto.

 

“La doble historia del doctor Valmy”.
Segunda compañía simultánea recorriendo la geografía nacional