No me duelen prendas

Inicio desactivadoInicio desactivadoInicio desactivadoInicio desactivadoInicio desactivado
 
Categoría: Opinión
Publicado: Jueves, 25 Febrero 2016 17:37
Visto: 8185

 

Sánchez devuelve la humillación a podemos 

 El acuerdo firmado por Albert Rivera y Pedro Sánchez deja en evidencia mi comentario del pasado día 21, en la creencia de que el pacto lo haría con Podemos por encima de su Comité Federal y en aras de pactar con el diablo con tal de ser investido presidente.

No tengo reparos en reconocer mi error y manifestar mi alegría al ver alejarse el peligro de un gobierno con Podemos y la posibilidad de que  los españoles podamos respirar aliviados. Mis felicitaciones a Pedro Sánchez por este rasgo de sensatez y responsabilidad que la mayoría  de los medios de comunicación y el   95 por ciento de los comentaristas políticos de este país le negaban. Tiene pocas posibilidades prácticas por razones de aritmética parlamentaria, pero pone al Partido Popular al pie de los caballos  y  consolida su posición  cara a unas muy posibles próximas elecciones. Mariano Rajoy lo va a tener muy difícil ante la hábil jugada del candidato para votar no a su investidura ya que le puede dar coartada para recuperar a Podemos si, repetidas las elecciones, la distribución de votos ofrece parecido panorama. Tengan la seguridad de que esta posibilidad volvería a tomar protagonismo con el argumento de que nuevamente los electores han elegido lo que ellos denominan pacto de izquierdas o de progreso. 

 Estoy convencido. Si esta decisión tiene algún mérito hay que otorgárselo a su Comité Federal, a los veteranos socialistas de cierto relieve que tan repetida y públicamente se han manifestado con una rotundidad manifiesta, a una gran parte del Partido Socialista fraccionando ante la disyuntiva planteada. Las veleidades de Sánchez estaban poniendo muy nerviosas a las personas sensatas de este país, la mayoría veían inevitable la debacle. Pero algo es algo, en este respiro existe la posibilidad de que se vuelva a considerar ese gran pacto de Estado entre PSOE, PP y Ciudadanos, que sería bueno para España, por no decir excelente. La abstención del PP, menos probable, o que sus respectivas ejecutivas prescindan de Sánchez y Rajoy y, con nuevas caras, pueda entablarse negociaciones con menos resentimiento y más sentido común, podría ser otra posibilidad.  

Lo que no se le puede negar a Pedro Sánchez es iniciativa para sorprender,  capacidad camaleónica para adaptarse, instinto para pegarse como una lapa a su ambición,  y capacidad manipuladora. Sus dotes de prestidigitador le avalan,  ha sido capaz de convertir sus 90 escaños en “ungüento amarillo” como solución para todo,  y el pesimismo apocalíptico en profecía esperanzadora: Jamás pierde el aliento ni contempla el fracaso. Recuerdos de mi infancia. Me preocupa que no se tome en serio esta comedia pésima en la cual vivimos. 

No deja de ser sorprendente que su giro radical a la izquierda haya desembocado en la aceptación de casi la totalidad de las propuestas electorales de Ciudadanos que, por otra parte, podrían ser coincidentes con las del Partido Popular, de ahí mi escepticismo y  creencia de que en caso de que la casualidad no propicie su investidura, Sánchez volverá al redil y tendremos nueva oportunidad de ver hasta donde es capaz de llegar. 

Por lo pronto hay que agradecerle este respiro, esta bocanada de aire fresco y la intención, aunque haya sido involuntaria, de proporcionar un poco de esperanza y sosiego a los españoles que todavía creemos en la democracia, en la unidad de España y en la igualdad de todos los españoles. 

Elblogdepacobanegas  25 de febrero 2016