Hoy Cumplimos Dos Meses

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Categoría: Opinión
Publicado: Martes, 15 Diciembre 2015 12:52
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Hoy Cumplimos Dos Meses

Seguimos en la brecha con más ilusión -si cabe- gracias al aliento que recibimos, al apoyo de los miles de amigos que nos visitan cada día. 

20 D, una fecha clave para España

       Hoy cumplimos dos meses, todavía estamos aterrizando, cometemos muchos errores y andamos un poco agobiados.. La prioridad es expresar nuestro más sincero agradecimiento por la cantidad de amigos que nos han visitado, en este momento el marcador contabiliza 42.965 y lo hacemos con exactitud porque no se trata de una cifra, cada uno de vosotros es un nuevo amigo que se incorpora a compartir nuestro ilusionado proyecto.

    No sé si lo hemos conseguido, pero podéis estar seguros de que nuestra intención ha estado centrada  en la coherencia, en la preocupación por  averiguar hacia donde nos dirigimos, a los  cambios que se están produciendo en España y en el mundo, el rumbo al que los acontecimientos nos van a obligar  y, sobretodo, al intento de aportar luces a la oscuridad del horizonte, lo que nos espera y lo que nos amenaza, procurando agitar nuestra consciencia para evitar el adormecimiento que produce la rutina, el reiterado mensaje subliminal, el peligro de lo que ya no es una manzana podrida -la descomposición ha contagiado a un gran número  de ellas, y puede seguir avanzando hasta rozar la cifra suficiente-, es la grandeza de la democracia y, a su vez, su gran peligro, un solo voto pueda inclinar la balanza hacia un espejismo que, al dejar de serlo, nos muestre un horizonte de confusión y de ambiciones incontroladas de futuro irreversible.

      Hemos llegado a un momento en el que la manipulación y el adoctrinamiento  irresponsable han ocupado el espacio de la información, y la democracia muestra cierto agotamiento, incluso cambia de aspecto según el atuendo que interesa. Tengo que aclarar que no estoy pretendiendo dar lecciones ni aparecer como experto, simplemente intento averiguar lo que está pasando y mi preocupación, posiblemente, es la misma que la de muchos de vosotros: entender por qué no entendemos  nada. Difícilmente se puede afrontar una enfermedad para la que no hay diagnóstico; no es ese el caso, lo hay y lo conocemos, pero nadie se atreve a aplicar el tratamiento que no es otro que soluciones drásticas y valientes,  pero no se aplica, hay demasiados intereses en juego.

     Es imprescindible regenerar la política, escrutar con lupa a los candidatos de los partidos que se mueven en un plano abstracto de confusa y ampulosa retórica, divorciados de aquí y de ahora, que aportan como solución  retroceder a los viejos esquemas intelectuales cuando lo que urge es perfeccionar sin tregua la cultura de la libertad, que  humanice las relaciones entre personas, estimule la solidaridad con voluntad de servicio y permita cada vez más a los ciudadanos elegir su propio destino.  Estas son las razones por las que sigo empecinado aún a riesgo de cansar y aburrir, pero soy persona perseverante rara vez tiro la toalla, por no decir ninguna, y sigo buscando mi consuelo autor de mi propia tiranía, por rimar un poco, a ver si aparece mi humor sordo, irónico, a veces macabro y otras auto satírico; algo así como una válvula de escape, una especie de desahogo, y el cansancio que  produce sensación de ridículo compensado gracias a vosotros  - el contador de visitas se ha estabilizado por encima de mil cuatrocientas diarias (que no está mal para dos meses)-, y podéis estar seguros, me encuentro tan respaldado que me produce subidón, no me interpretéis mal, me siento protegido, y  es la mejor compañía y acicate para levantarme dispuesto a seguir investigando con el único propósito de ver lo que puedo hacer para seguir contando con vuestro apoyo.

     La línea editorial de esta web está clara, supongo, seguimos en la brecha con ganas de informar y compartir, otra cosa es que lo estemos consiguiendo. Si seguimos en busca de los maleficios que embargan a este hermoso país y qué remedios podríamos aplicar,  hay muchas opiniones al respecto y rara vez se acerca a las necesidades del ciudadano, que no puede saber la eficacia de su voto por falta de información y cuando la hay lo más probable es que se incumpla; se trata por tanto de que prevalezca la nuestra,  la unión hace la fuerza, y si seguimos aumentando esta familia tan numerosa ya, posiblemente tendrán que escuchar y reflexionar,  porque, al fin y al cabo, este país no solo es de los políticos, que durante la campaña todavía, pero una vez en el machito si te vi no me acuerdo. Y de eso se trata, de cercanía, de complicidad, de que se aproximen más a sus votantes, que rindan cuentas de una manera más frecuente, que ellos también tengan que ganarse el cargo día  a día y que afronten los grandes retos: reformas imprescindibles que se han ido aplazando. Traduciendo para no irnos por las ramas, centralizar la educación y reforma del sistema educativo; listas abiertas para que el elegido sea nuestro político; separación de poderes para que la justicia se acerque al pueblo, por algo ejercen en nuestro nombre, que no disfruten de tantos privilegios y tengan que hacer los mismos equilibrios que nosotros para subsistir, es decir que vivan en sus propias carnes nuestros problemas para que los tengan presentes a la hora de tomar decisiones.  Si la Unión Europea se proyectó pensando en que juntos somos más fuertes,  que la unión de fuerzas puede beneficiar a muchos y, rizando el rizo, conseguir vivir  un poco mejor  al ser tantos en el esfuerzo, con  mayor respeto al ser más numerosos, pues que lo hagan de una vez y que se dejen de zarandajas.

     Podría seguir enumerando, pero entonces este mini-aniversario sería  otro libro y no se trata de eso, vamos poco a poco para que la euforia no se nos suba a la cabeza y acabemos muriendo de éxito, como Felipe González y Alfonso Guerra no recuerdo pero fueron muchas sus muertes de este tipo, y ahí los tenemos  vivitos y coleando, no sé si sería prudente investigar pero, si se hiciera, seguramente comprobarían que siguen viviendo del éxito, sin embargo a nosotros que nos investiguen, seguimos aquí buscando la fórmula que ni hemos encontrado ni vamos a encontrar, siempre estará condicionada por decisiones que toman ellos, y vuelta a empezar.

    El panorama político de este país es desolador. Estamos en manos de una casta que se ha hecho crónica –unos y otros, no hay excepción-, se ha extendido como una plaga que será muy difícil, por no decir imposible, regenerar y la evidencia se impone. Qué se puede esperar de un partido cuyo secretario general pregona a los cuatro vientos que su principal aspiración si llega al poder es descolgar el teléfono y hablar con Arturo Más: apátrida desaforado que pretende romper la unidad de España, que no respeta la ley ni la Constitución, que está en un desafío permanente, que malgasta los presupuestos que supondrían el bienestar de su comunidad en proyectos alucinantes y delictivos que por su extensión no procede explicar aquí, y además conoce todo mundo.  Al Partido Socialista no le queda ni las siglas. El genial Ibáñez lo ha dejado en PESAO, inundado por la corrupción hasta cotas de ciencia ficción a pesar de que su secretario general, Pedro Sánchez, saque pecho en este sentido: la única comunidad que le ha dado oportunidad, hasta ahora, ha sido Andalucía, y hay que ponerse mascarilla para evitar que el hedor nos asfixie. Es capaz de pactar con separatistas, enemigos de su patria, que queman su bandera y rechazan el himno nacional. Y podríamos seguir hasta la extenuación. Necesitamos políticos de talla que pongan los derechos de la nación por encima de los de partido y que su dignidad política y personal les impida pactos contra natura, pero no lo creo posible, nos tiene acostumbrados a cualquier cosa con tal de conseguir cotas de poder. 

    O el Partido Popular que en materia de corrupción ha batido todos los record, y a pesar de su probada eficacia no levanta cabeza ni sabe rentabilizar sus éxitos. Aciertos y fracasos se combinan de forma paralela con balance negativo aparente: es peor parecerlo que serlo dice el refrán. Y un presidente que no escarmienta, que vive en el limbo, en una nube sideral: encantado de haberse conocido. ¡Qué alguien le aconseje!. Es el único partido con experiencia y estructura capaz de regenerar este país nuestro, y sin embargo tropieza en la misa piedra, una y otra vez, consiguiendo que hasta sus forofos, votantes incondicionales, les hayan vuelto la espalda de pura vergüenza. Y la situación de Cataluña para qué voy a repetir, el amable lector solo tiene que repasar alguno de mis anteriores artículos.. 

     La <filfa< de “los podemos” que aterroriza, un coctel molotov que induce a la pesadilla, y a Venezuela. Qué horror y que impotencia 

    Y el espejismo  Albert Ribera, que no Ciudadanos todavía en proyecto. Viene con la fuerza de un “fórmula 1” pero le falta potencia y destreza, sería necesario un rodaje de circuito, unas clases que le podría dar el gran Alonso. Todavía no está preparado para competir, podría suponer un gran peligro, para él y para España. Sin embargo lleva implícita la solución, una especie de fórmula mágica donde uno aporta el impulso, la fuerza arrolladora de la juventud, la frescura de la ilusión y, los otros, experiencia, equipo, trayectoria, naturalmente controlada, vigilada por la fuerza imparable de los emergentes. Les unen más cosas que les separan. Me estoy refiriendo a Ciudadanos y PP; ya que no es posible una coalición de los tres, PSOE incluido. Sería la gran solución, sorprenderían al mundo por su grandeza de miras: ¡imposible!, no dan la “talla”. 

    Ahora las encuestas del CIS predicen un empate técnico a cuatro bandas, con alguna notable mejora para el PP, al parecer, y a juzgar por todos los sondeos el bipartidismo es cosa del pasado y tendrán que hacer juegos malabares pare conseguir acuerdos pues, por primera vez, el Parlamento tendrá una composición de votos y fuerza que va a necesitar dotes de negociación ya que ninguno tendrá la posibilidad de mayoría absoluta o suficiente. La pluralidad se abre paso, lo cual modifica la forma de resolver los problemas de la vida pública. 

   Esta es una ocasión única para la regeneración democrática del país, solo hace falta voluntad de hacerlo. El nuevo panorama político no es una casualidad, es el resultado del desencanto producido por los dos partidos mayoritarios con los que el electorado no se ha sentido representado, acentuado por la crisis económica. La capacidad de negociación y de pacto será mucho más valoradas que la imposición o la terquedad. Lo último que se pierde es la esperanza, pero no se debe bajar la guardia: ayúdate  y te ayudaré, dice el refrán, por tanto los votantes ciudadanos de este país hemos adquirido una gran responsabilidad, demasiada creo yo, al asumir con el voto el acierto o el fracaso de nuestro futuro, espero que la providencia de todos, los que creemos y los que no, aporte un poco de magia en la decisión que cada uno de los españoles, de nacimiento o de adopción, tomemos el 20 D. Un ciudadano un voto, ¡valiosísimo!, probablemente definitivo. Esperemos que para bien.

elblogdepacobanegas  11 de diciembre 2015