(Preámbulo) LOS CALIFAS

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Categoría: Antoñita "La Singla"
Publicado: Jueves, 22 Marzo 2018 16:49
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LOS CALIFAS (preámbulo)

 

EL GENIAL AURELIO TENO

Más o menos por aquellos días conocí a un diseñador –orfebre mágico- de alta joyería, amigo de mi suegro, que compaginaba esta actividad con la de esculto-pintor original y sorprendente; Aurelio Teno, un cordobés con aspiraciones universales, imaginación desbordante, maestro de la prosopopeya, capaz, no solo de atribuir cualidades animadas o lo inanimado sino de inventárselas, con tan mágica realidad que era imposible no compartirlas. Acababa de llegar de París, donde pasaba largas temporadas contagiado de su ambiente y su leyenda; vivía en una especie de burbuja transparente, mezcla de realidad y sueños fundidos en una muestra de difícil identificación. Presumía -ya en aquellos tiempos- de haber conquistado los países nórdicos y de que la casa “Jansen”, de Copenhague, absorbía toda su producción; grandísimo embustero, o no, ya no lo sé, a quién le interesa saberlo.

Pronto nos hicimos amigos; precisamente en esos momentos preparaba la exposición de su obra en la sala Santa Catalina del Ateneo de Madrid y yo colaboré activamente de todas las formas posibles en la inauguración y cóctel, presentación de amigos y medios de comunicación. Sus cuadros ofrecían una resultona mezcla de pintura y escultura -realizada con toda clase de materiales- de ingeniosas composiciones, trazos y relieves varios, mostrando un artista instintivo, visceral, imaginativo y profundo.

Correspondió con generosidad, implicándose en Los Califas como si fuera su propio proyecto. Me regaló alguna de sus obras, entre ellas un Quijote de grandes proporciones que presidía la entrada del local. La fi gura del famoso hidalgo ha sido uno de sus principales temas de inspiración -él decía mi amigo, mi compañero de viaje- que ha repetido de las más ingeniosas, variadas y originales formas, por lugares diversos, plazas y museos del mundo. A lo largo de los años ha ido consolidando su proyecto, evolucionando en la técnica, desde la abstracta-expresionista hasta la “pop-art” –con infl uencia española-, poseído de una desmitifi cadora fuerza a la que se une su expresiva y desbordante capacidad creadora. Sus merecidos reconocimientos avalan su participación en exposiciones y certámenes internacionales, premios y galardones, y la presencia de su obra en los más ambiciosos proyectos; basta citar el gran monumento a “Don Quijote” –colosal fi gura de 7 metros y 60 toneladas de piedra y bronce-, regalo del Gobierno español a Estados Unidos, levantado ante el Kennedy Center de Washington.

Hoy puede sosegar sus ansias de gloria ante el reconocido homenaje de críticos, intelectuales, escritores y poetas, a los que su obra no ha dejado indiferente.

El laureado poeta cordobés, Pablo García Baena, define con estas bellas palabras: “Transmuta la materia en vida nueva y distinta: la plata se hace garra, vuelan piritas en alas casi angélicas, la amatista turba en ojos al acecho; como quería Van Gogh, se dota de alma a la naturaleza.

Manuel Lorente –crítico de arte, ABC de Sevilla- : “este escultor y orfebre, que tanto tiene de mago y alquimista, transforma la plata y el bronce, los esmaltes y minerales, en seres vivos, inquietantes y agresivos, como las aves rapaces o los briosos corceles de su peculiar bestiario, o dotados de tanta vida espiritual como los monjes, extasiados en místicas revelaciones, que completan la muestra de suntuosas joyas que son estas esculturas enriquecidas con tan nobles materiales”.

Otro gran poeta, José Hierro, añade: “es el realismo español pisoteado por los toros, el hijo deforme de un incesto entre una escultura y una pintura barroca”.

O Emilio Niveiro, en un emocionado artículo publicado en ABC de Madrid, tras unas horas compartidas con Teno en su molino del Tiétar, del que entresaco estos párrafos –podría ser la página completa-, escribe: “Verte en el molino es verte y no verte. Has cambiado el horizonte, la tierra, hasta el cielo estás cambiando. Dame tu molino por una vaca recién parida, por un canario de color verde, por unos ojos de búho, por el vuelo de un mirlo entre las zarzas. Llegar a tu rincón de la sierra a la orilla de un Tiétar niño que baja golpeando piedras, entre álamos, entre sauces llorones, entre cascadas que acabas de inventar, entre higos chumbos y limoneros que florecen, entre palmeras sorprendentes que acabas de trasplantar, es igual que llegar, de improviso, a otro planeta desconocido, anterior al pecado…. Ya no sé qué decirte, de tantas cosas como podría decirte. Solo sé que en una tarde, en solamente una tarde, he descubierto un mundo diferente, nacido de tu corazón y me he asomado a unos abismos que desconocía, pero sin sentir vértigo…. Lo dicho Aurelio Teno, fantástico y genial Aurelio Teno: te cambio tu molino por lo que quieras. Tus manos, por las mías. Mis escrituras y mis cerámicas por tu imaginación”.

Aurelio Teno en su molino del Tiétar

Y como no podía ser de otra manera -no es lo mismo ser universal que profeta en su tierra-, en el antiguo monasterio de Pedrique (cerca de Villaharta) en el término municipal de Pozoblanco, se encuentra el taller de Aurelio Teno, un museo dedicado a su obra y un parque que lleva el nombre del artista. El Ayuntamiento ha creado una fundación para la preservación de su legado artístico.